Esta escultura es de
temática mitológica, ya que representa a Apolo, una de las
principales divinidades olímpicas, persiguiendo a la ninfa Dafne,
que intenta escapar y, tras suplicar a su padre, se transforma en
laurel para que Apolo no la pueda tomar como esposa. Esta historia
aparece recogida en “Las Metamorfosis” de Ovidio. La escultura se
puede observar desde distintos puntos de vista y genera movimiento
por parte del espectador.
El material
utilizado es el mármol clásico. El autor hace un gran uso del
mármol, destacando especialmente su tratamiento en las hojas, que
parecen casi reales.
La composición es
abierta, pues está pensada para ser vista desde distintos puntos de
vista, y asimétrica. Utiliza una diagonal que aporta dinamismo a las
figuras, cuando Dafne se ve abrupta por la transformación y sus
cabellos están en movimiento mientras sus pies están ya
transformados y emplea además diversas líneas curvas, como las dos
paralelas que forman los cuerpos de los personajes o los brazos,
acentuando así el dramatismo barroco de la obra.
Las figuras de esta
escultura son idealizadas, con un canon clásico de belleza. Podemos
observar en los brazos de los personajes o en el pie de Apolo, que no
llega a estar apoyado, pues el autor quiere representar el momento de
mayor tensión, que observamos en las expresiones como el horror de
Dafne y el enamoramiento del rostro de Apolo.
Podemos concluir con
que nos encontramos ante la escultura “Apolo y Dafne” de Bernini
(1598 - 1680) realizada entre 1622 y 1625 y perteneciente al Barroco
italiano.
El barroco se
desarrolla durante el S.XVII una época de numerosos conflictos y
guerras de religión en Europa entre católicos (Francia, España e
Italia) y protestantes (Inglaterra y Holanda).
En cuanto al arte se
impone el movimiento, lo emocional y lo óptico, respecto a la
escultura, a pesar del predominio de los temas religiosos también
hay mitológicos. En Italia se utilizarán materiales clásicos como
el bronce o el mármol, y como en las demás artes, buscará el
movimiento con diagonales, la expresividad con posturas forzadas o
teatrales y se valorará de nuevo las texturas, la luz y el color
para buscar naturalismo e impacto sobre los espectadores: se
utilizarán todos los efectos posibles a la hora de atraer y
convencer al espectador.
Una buena muestra de la estética barroca.
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